Todas las novelas tienen su complejidad, pero especialmente cuando el autor quiere ofrecer al lector algo más de lo ya escrito, o simplemente se reta a sí mismo para crecer en su profesión.
No sé cuántos cientos de miles, millones de novelas del género negro se habrán escrito. Cuando comencé a escribir Una de las tres pensé que tendría muy difícil no repetirme. Es verdad que cada historia posee cierta singularidad por mucho que se asemeje a otras escritas, además de contar con el propio estilo del autor; pero esto no es suficiente.
Hasta ahora tengo cuatro novelas que podrían incluirse en el género negro: El fotógrafo de paisajes, Cartas a una extraña, Mensajes desde el lago y Una de las tres. En cada una de ellas he procurado distanciarme de las que conocía, ser yo misma, reinventar el género si hacía falta. ¿Por qué no? ¿Cuál es el problema?
Creo que la pericia está en dejar atrás el miedo de que al final la historia no sea aceptada en este género ni en ningún otro. El artista está obligado a romper moldes, a ofrecer su propia visión del mundo.
Consejo 1 para escritores indies que quieran escribir novela negra
No debemos dejarnos encorsetar, es primordial que el proceso creativo discurra en absoluta libertad, sin pensar en el resultado hasta que llegue el momento.
Como decía, antes de comenzar a escribir Una de las tres, reflexioné sobre la historia que tenía esbozada en apuntes y me pregunté si valía la pena escribirla y si ofrecía algo nuevo a los lectores. Entonces caí en la cuenta de que el propio planteamiento de la obra era realmente original: la novela exigía tres protagonistas cuyos papeles eran igualmente fundamentales para la trama, además de ser tan idénticas físicamente como diferentes psicológicamente.
Pensé, «Bueno, no he leído todas las novelas de la historia, pero creo que no debe haber muchas con tres protagonistas idénticas cuyas vidas hayan transcurrido en tres ciudades distintas». Parecía fácil en un principio, pero nada que ver, escribir desde tres perspectivas completamente diferentes, tener la capacidad de pasar de un escenario a otro sin desorientarme y a la vez ponérselo fácil al lector fue todo un reto. Por momentos pensé que tendría que abandonar, que tal vez no estaba preparada para un reto de ese calibre. Pero perseveré y la editorial Amazon Publishing se mostró muy interesada en el resultado.
Es curioso, este empeño de ser yo misma en cada una de mis novelas ha hecho que toda mi obra tenga un denominador común que no había advertido hasta hace poco: en el fondo en todas mis historias juego con el espacio y el tiempo, hay como un empeño de los personajes en superar estos parámetros regresando de algún modo a la niñez para comprender el presente.
También en Una de las tres, como en mis novelas anteriores, los personajes principales se enfrentan al reto de superar los obstáculos que suponen en la vida el espacio y el tiempo. Todo esto teniendo en cuenta de que no hablamos de novelas fantásticas, muy al contrario. Quién sabe, tal vez cuando ya no esté entre los vivos me recuerden por esto. ¿No sería genial? Me imagino alguna frase como: «Mercedes Pinto Maldonado fue una escritora cuyas obras son un pulso al tiempo y al espacio». Vaya… suena bien. Por soñar…
En el fondo qué más da cómo te recuerden cuando no estás, al final lo que cuenta es escribir lo que sientes y gozar haciéndolo, claro, y rezar para que el lector también disfrute leyendo el resultado y así poder ganarte la vida.
Consejo 2 para escritores indies que quieran escribir novela negra
No soy la primera en decirlo, pero creo que es de vital importancia recordar los escritores que comienzan la importancia de este consejo: «Lee todo lo que puedas, aprende de los maestros y, cuando abordes tu propia obra, olvídalo todo y sé tú mismo». Me parece que debería ser el único mandamiento para cualquier artista. Cierto, esta premisa no garantiza en absoluto el éxito, pero no hay otro camino para alcanzarlo y, cuanto menos, serás único e irrepetible.
La experiencia acumulada debe servirnos para manejar más y mejor las herramientas a la hora de escribir nuestra propia novela: aumentar nuestro vocabulario, perfeccionar el estilo, coger destreza para que nuestros textos estén claros, dar personalidad a los personajes, elegir de una forma instintiva los escenarios, describir con economía y exactitud para no aburrir al lector… Como digo, otros autores y obras deben ayudarnos a ser más hábiles, pero nunca, nunca, hemos de permitir que nuestras novelas sean una mala copia de otras.
Consejo 3 para escritores indies que quieran escribir novela negra
Querido escritor que comienzas, sé valiente, no tengas miedo a que tu novela no encaje en lo establecido. Al contrario, si tienes una idea novedosa llévala al papel y aventúrate a explorar terrenos desconocidos, esta es la única manera de que tu nombre sea tu propio sello y de aportar algo nuevo a la historia de la literatura. Me estoy acordando de Julio Cortázar, por poner un ejemplo de un escritor que rompió todos los moldes.
Las críticas de Una de las tres dicen que es novela negra, pero no exactamente; que es un thriller, pero distinto; que tiene algo de policíaca, pero que no encaja en este género; que pudiera ser contemporánea, pero…
Nada de lo anterior importa, lo esencial es que los lectores agradecen una historia diferente, llena de sorpresas, que engancha y emociona y que su final no deja a nadie indiferente. Bien, fui valiente y yo diría que lo conseguí; abordé una obra compleja, pero el lector no lo nota y pasa las páginas fluyendo y disfrutando. Qué más da todo lo demás, por qué criticar que una novela se salga de las normas establecidas cuando lo importante es que cumpla su objetivo: arrancar al lector de su realidad para adentrarlo en otra paralela tan fascinante que no desea regresar, como si estuviera disfrutando de un maravilloso sueño del que no quisiera despertar jamás.
Lo dicho, querido escritor que comienzas lleno de dudas: que nadie te diga jamás lo que quieres escribir, solo los mediocres aconsejan no salirse de las normas.