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Ponencia sobre autopublicación para Literania 2019

Este fin de semana he viajado a Madrid para participar en Literania 2019 aportando una ponencia sobre la autopublicación. Por cuestiones ajenas a mi voluntad y a la de la organización, finalmente hubo que cambiarla por una interesantísima charla que impartimos el gran escritor Mario Escobar y yo. Pero como la tenía preparada, me apetece mucho compartirla con vosotros en este blog tal y como la escribí.

Aprovecho para pediros disculpas por estar tan ausente, espero y confía retomar mi rutina en un par de meses.

Un afectuoso saludo, seguidores.

Ponencia sobre autopublicación para Literania 2019

Muy buenas tardes a todos. En primer lugar, quiero agradeceros vuestra asistencia y dar también las gracias a los organizadores de este importante e interesante evento literario, especialmente a Lusa Guerrero por invitarme para hablar de mi experiencia como escritora en el mundo de la publicación.

Me considero una escritora híbrida. Soy una escritora híbrida. En los quince años que llevo publicando lo he hecho tanto autoeditando como con todo tipo de editoriales, con algunas he perdido dinero, en una ocasión mucho dinero, y con otras he ganado. Incluso me han dado la oportunidad de vivir de mis historias.

Pero tengo que reconocer que lo que de verdad me abrió las puertas a los lectores fue la autoedición. Bajo mi punto de vista, este es un buen camino para comenzar una carrera literaria.

Mi intención en esta ponencia no es más que aportar mi experiencia y ayudar a todos esos escritores que quieren dedicarse a la literatura y vivir de ella y no encuentran la manera de llegar a los lectores.

De todos los consejos que recibí de pequeña hay uno que me repetía mi abuelo y he intentado convertirlo en mi filosofía de vida: «Nunca te conformes con trabajar solo para vivir, no hagas nada que no sea necesario o hermoso, Gorrión», me decía. Mi abuelo me llamaba Gorrión. Como escritores, no deberíamos olvidar nunca el consejo de mi abuelo. Sobre todo, los novelistas. Creo que una buena novela es aquella en la que no encontramos nada innecesario ni antiestético. Además de ser una buena historia y estar bien escrita, claro.

Bien, es posible que hayamos conseguido esta complicada proeza de contar una historia interesante y bella. ¿Y ahora qué?

Los escritores de nuestro tiempo tenemos mucha suerte, las opciones para publicar son muchas y todas pueden estar a nuestro alcance. Aunque se resumen en dos: publicar con editorial o autopublicar. Mi consejo es optar por una u otra según surjan las oportunidades y nos convenga, a nosotros y a nuestros libros.

Ninguna de las dos posibilidades es fácil, no nos equivoquemos. Si encontrar una editorial que nos respete, mime nuestras obras y pague dignamente es un proceso largo y agotador, autopublicar no lo es menos.

El autor que decide luchar por su obra en solitario deberá hacer por sí mismo toda la labor de edición y promoción, o bien, si se lo puede permitir, pagar a profesionales especializados para cada una de las fases del proceso. Un proceso que comienza cuando escribimos la primera palabra y que, siento decirlo, no terminará nunca.

Para bien o para mal, nuestra creación nos perseguirá toda la vida. Así que más vale eliminar de ella las sombras.

 

Literania 2019 Mercedes Pinto y Mario Escobar

Con Mario Escobar.
Fuente imagen: Mario Escobar.

 

Pero centrémonos en la autopublicación en sí misma. Ya tenemos una historia que a veces nos parece maravillosa y otras nos hace dudar de nuestra condición de escritor y nos tienta a abandonar nuestros sueños. Esto es normal. Lo importante es que lo hemos dado todo y vamos a ver qué pasa, si somos capaces de llegar a los lectores. Para ello deberemos ocuparnos concienzudamente de siete pasos importantes:

1º LA CORRECCIÓN

Se supone que nos dedicamos a contar historias escritas, nuestra herramienta principal es la palabra.

El lector quiere, necesita fluir por el texto y centrarse en el argumento. Algo que no podrá conseguir si tropieza constantemente por errores de fondo, faltas de ortografía o mala sintaxis.

No tenemos un corrector profesional aportado por la editorial, nosotros somos los editores y esta importantísima tarea es nuestra.

Yo siempre aconsejo al menos dos correcciones por nuestra cuenta y después otras dos por expertos lectores cero, de esos a los que la más mínima errata se les clava en las pupilas hasta que les sangran los ojos. O acudir a un corrector profesional.

Por más empeño que pongamos, es muy difícil que pulamos nuestros textos como es debido.

No quiero olvidar algo fundamental en este paso: el orden, el editing. No se trata solo de corregir erratas y faltas de ortografía, es imprescindible eliminar, añadir y ordenar los textos hasta estar seguros de que el conjunto sigue una secuencia natural y no le falta ni le sobra nada. El escritor debe intentar visualizar toda la historia, cada escena, cada personaje, cada cambio crucial de la trama. De esta manera le será fácil eliminar, añadir u ordenar textos para que finalmente el hilo de la novela no pierda en ningún momento el interés y el transcurrir lógico de la trama.

2º LA PORTADA y naturalmente, el título

El consumidor de libros busca su próxima lectura básicamente de dos formas: por recomendación o simplemente entrando en las tiendas físicas o digitales esperando que alguna obra lo sorprenda. El escritor que está empezando no tiene aún la suerte de ser recomendado, así que solo puede esperar que los lectores se fijen en su obra por algún otro motivo y que comiencen a hablar de ella.

Lo primero que se plantará ante los ojos de ese lector que busca una buena historia es la portada. Cuando entre en una plataforma digital será capaz de visualizar decenas de portadas por minuto y solo dedicará unos segundos más a aquellas que por algún motivo llamen su atención.

La portada es el primer gancho, la primera posibilidad de que nuestro libro sea leído. Debe ser atractiva, envolvente, directa y, de alguna manera, resumir su interior. Mi recomendación siempre es la misma para todos los pasos, si tú no eres capaz de diseñar una portada digna, busca ayuda.

3º LA SINOPSIS

Bien, parece que nuestra portada capta la atención, resulta que hay lectores que después de verla deciden leer la sinopsis. Ahora es cuando verdaderamente nos la estamos jugando; la sinopsis es fundamental y debemos trabajarla hasta el cansancio.

Sin desvelar ningún dato importante de la historia, debe contar al lector con toda fidelidad qué es lo que se va a encontrar en nuestra novela, de la manera más sugerente y honesta posible.

El autobombo, engordar las expectativas o falsear su contenido para enganchar se volverá en nuestra contra en poco tiempo. Además, en ella el lector empezará a juzgarnos como escritores y, no solo tiene que estar bien escrita, debe ser una síntesis tentadora y perfecta. Una sinopsis que contenga erratas, en la que se hable más de las bondades del autor que del contenido, excesivamente larga y explicativa o que simplemente no se ajuste a la verdad, se convertirá en el peor de los comienzos.

4º LA MAQUETACIÓN

Esta es la fase más técnica y tengo que confesar que después de una primera experiencia nefasta siempre he delegado en expertos para esta cuestión.

Resulta muy desalentador que después de mimar tu texto y exponerlo con toda la ilusión, la primera crítica venga de un lector enfadado porque ha tenido que dejar nuestro libro a causa de una mala maquetación.

El lector también nos juzga por esto, una mala maquetación, en la que los márgenes, el tipo o el tamaño de letra o la paginación son incorrectos desmerecerán mucho el conjunto. Debemos mostrar un trabajo profesional en todos los aspectos.

5º LA SUBIDA A LAS PLATAFORMAS DIGITALES

De esto hay poco que decir, es más una cuestión de elegir qué plataformas nos interesan o si preferimos dar exclusividad a alguna de ellas, o si hacerlo solo en digital o también en papel, además de saber hacerlo, que también requiere conocimientos. Repito, si no sabemos hacerlo, acudamos a expertos. Hoy día hay muchos profesionales a nuestro alcance por mucho menos de lo que imaginamos.

6º LA NOTA DE PRENSA

Una vez que hemos concluido estos pasos, es interesante enviar la información del lanzamiento de nuestro libro a los medios de comunicación culturales, los blogs literarios y las personas interesadas en la literatura. Hay programas que nos facilitarán mucho este trabajo.

Lógicamente, deberemos hacernos una lista de los correos electrónicos de dichos medios, blogs y lectores. Google es una buena ayuda para esta tarea.

La nota de prensa debe ser amable y escueta. El anuncio de la novedad, la portada, la sinopsis y una breve biografía.

7º LA PROMOCIÓN

Si todo lo anterior es tedioso, ya veréis que es ahora cuando llega la hora de ponerse a trabajar. Los tiempos en los que el autor dejaba el manuscrito a su editor y regresaba a sus escritos sin preocuparse de la publicidad son pasado, ahora, tanto independientes como dependientes, en mayor o menor medida, tenemos que estar al lado de nuestras obras durante la promoción. Es más, lo normal es que nos ocupemos de esta tarea personalmente, aunque tengamos apoyo editorial.

Básicamente, hay dos formas de promocionar, en redes y por medios de comunicación tradicionales. Las dos son importantes. Por supuesto, no debemos desdeñar ninguna posibilidad de dar a conocer nuestra obra.

La cuestión es hacerlo bien. Si hacemos una presentación, que sea original y amena; si hacemos una entrevista, que nuestras respuestas sean sinceras y pensadas; si nos invitan a participar en un evento literario, nos prepararemos bien aquello que vayamos a decir. No se trata de vender libros, sino de despertar en los lectores la curiosidad por conocer lo que escribimos.

Pero me gustaría centrarme en la promoción en redes, porque creo que es la herramienta principal que el recién autoeditado posee para darse a conocer.

Un ordenador y una línea de internet pueden ser una plataforma de lanzamiento muy eficaz. Facebook, Twitter, Instagram, un blog y una web de escritor, entre otros, son escaparates donde podremos exponer nuestras obras al mundo y dependerá de nosotros que resulten eficaces. Aunque, tanto cada red social como nuestras webs, tienen sus peculiaridades y este tema daría para muchas horas de charla, quiero centrarme en los puntos en común a cualquier tipo de publicidad en redes:

––No debemos precipitarnos ni parecer ansiosos. Queremos dar a conocer nuestra obra y conceder a los lectores ejercer su derecho a la crítica, no vender a toda costa. Hemos de se humildes y honestos. Los buenos lectores suelen ser inteligentes y desconfían del autor autocomplaciente. Nos guste o no su opinión, es el lector quien decide si la novela vale la pena.

––No repetir constantemente la misma publicación, es importante ofrecer contenidos atrayentes, cuidando los tiempos, y con interés para el lector, que es el público que nos interesa. Por otro lado, no queremos que nos siga la vecina del quinto que jamás ha leído ni piensa hacerlo, ni nuestra madre o cuñado, que ya lo han hecho. No podemos utilizar nuestras redes como si fuesen nuestro teléfono personal y contar naderías, nos movemos en espacios públicos por los que pasa todo tipo de personas. Nosotros queremos atraer al lector, que no es un mero cotilla que quiere saber si nos hemos enfadado con nuestra pareja, nos han puesto una multa o tenemos cita en el dentista. Lo que quiere es leer buenas historias. Este es el seguidor que nos interesa y a quien nosotros interesamos.

––Cuantos más banners preparemos para acompañar nuestros textos, mejor. Una buena imagen suele captar la atención de todo aquel que pase por nuestras redes y por lo tanto la posibilidad de que lean nuestros contenidos aumenta.

––Ser agradecido con los lectores que se ponen en contacto con nosotros para comentarnos qué les pareció nuestro libro. A ellos se lo debemos todo; ellos tienen la llave de nuestro futuro literario. De manera que debemos escucharlos con atención, aceptar sus críticas y responderles con generosidad. Escribimos por mil razones, pero publicamos para comunicarnos, no debemos olvidarlo.

Como veis, el proceso es tedioso y agotador, pero si seguís cada paso y la historia vale la pena, vuestra obra no tardará mucho en daros lo que tanto ansiáis: lectores fidelizados y poder vivir de la literatura.

Muchas gracias.