7 Prácticas habituales de los escritores tramposos en Amazon

7 Prácticas habituales de los escritores tramposos en Amazon

Nota previa al artículo: En estos momentos estoy inmersa en mis quehaceres literarios y una serie de circunstancias me iba a impedir publicar en este blog durante varias semanas. Pero mi compromiso con mis lectores y con muchos de mis compañeros de letras que siguen con atención todo lo que escribo no me permite «abandonar» el blog durante tanto tiempo. Por ello, escribí unos artículos y unos relatos, que se hallan en poder de mi community manager, con la intención de publicar uno cada quince días. Este artículo iba a ser publicado a mediados de marzo, pero mi community manager me ha informado de que la semana pasada se denunciaron prácticas ilegales en Amazon por parte de algunos escritores tramposos, así que hemos decidido adelantar su publicación. Os dejo con el artículo, espero que os resulte interesante

 

Así es el ser humano, capaz de cualquier cosa por llegar el primero. Es asombrosa la cantidad de personas a las que les importa más el galardón que lo conseguido por el esfuerzo y el mérito. Bueno, más que el galardón yo creo que su interés está en el dinero y el poder. No hay sector que se salve de esta plaga letal que amenaza con exterminar los valores que han permitido al ser humano sobrevivir durante miles de años a toda clase de pruebas.

Sí, somos capaces de ahogar el verdadero talento y devorar nuestro yo más noble con tal de conseguir un triunfo de cartón.

Este tipo de actos inmorales solo pueden proliferar en una humanidad enferma a la que no le importa el ser, solo el parecer. Ocurre en todas partes: en política, en arte, en ciencia, entre amigos, en la propia familia…

Esta es la sociedad que impera en nuestros días, la que intenta seducirnos día tras día en todos los medios de comunicación: alfombras rojas, trajes de marca a precios de escándalo, casas maravillosas habitadas por Barbie y Ken, premiados y más premiados en escenarios de lujo, futbolistas en sus ostentosos coches, políticos corruptos laureados por la multitud… Los niños ya no quieren ir a las misiones para arreglar el mundo, o ser médicos o abogados; quieren ser futbolistas, políticos o entrar en un reality show para después ir de discoteca en discoteca y forrarse con los bolos.

Obviamente, estamos viviendo una fase involutiva de nuestra historia, un paso atrás; aunque un paso atrás no significa que no avancemos, en todo camino hay tropiezos.

Estamos bombardeados constantemente con mensajes que afirman que quien no triunfa o no es guapo no es nadie. Es tal el acoso al que nos someten que si no somos apuestos nos operamos hasta las pestañas y si no tenemos currículum nos lo compramos o nos lo inventamos.

Todo esto ha dado lugar a que ya no creamos en nada de lo que vemos y escuchamos, como dando por hecho que la verdad siempre está oculta y es mucho más fea y triste.

El mundo de la literatura no se libra de esta pandemia: grandes premios otorgados a escritores escogidos de antemano, jurados corruptos, críticos comprados por editoriales para promocionar sus libros, plagios, estrategias de márquetin amorales, autores de éxito que en realidad no escriben…

Entre los autores de las plataformas de venta la picaresca ha llegado a límites insospechados. Yo misma, en agosto de 2015, sufrí una maniobra orquestada durante el Concurso Indie por unas autoras de novela romántica que se esforzaron en echarme de los más vendidos dejando casi a diario una reseña negativa, alternando una y dos estrellas para que no cantase demasiado. Sospeché desde un principio, por la sencilla razón de que ya tenía larga experiencia en la publicación en Amazon y durante ese mes mi obra en el concurso había roto todas las estadísticas en cuanto a comentarios negativos y no por ello dejó de ser el libro más popular y vendido del concurso. Tanto es así que en el momento en que se anunció que era finalista este ataque cesó; parece ser que se dieron por vencidas.

Después, una fuente muy fiable me confirmó mis sospechas. Nunca me quejé a Amazon, algunos de estos comentarios desaparecieron sin más; tal vez fueron descubiertas por el algoritmo.

Pero estos autores falsos y trepas no solo se dedican a dejar reseñas negativas en todos los libros que puedan ser un estorbo para que los suyos escalen el Top 100, hacen verdaderos juegos malabares para engañar al algoritmo y a sus inventores. Os dejo las estafas más notorias, pero seguro que hay más y algunos de vosotros podríais seguir sumando a mi lista.

 7 Prácticas habituales de los escritores tramposos en Amazon

Compran su libro una y otra vez

No sé hasta cuántas veces al día se puede hacer la compra del mismo libro. Yo pensaba que esto eran rumores porque la misma plataforma te lo impide anunciándote que ya compraste esa obra el día tal. Pero sí se puede, resulta que solo tienes que eliminarlo de tu lista del Kindle cada vez que quieras volver a comprarlo.

Este sucio truco puede parecer que requiera una gran inversión, pero en realidad si pones tu libro a un euro te costará veinte diarios mantenerlo en los primeros puestos, y esta posición hará que las ganancias sean mayores que la inversión.

Compran comentarios positivos a reseñadores sin escrúpulos

Como quien compra cromos: por cincuenta euros, tres comentarios de cinco estrellas o por cien, diez. Por poner un ejemplo, no sé a cuánto estará ahora la docena de comentarios positivísimos.

Engañan a Kindle Unlimited

Esta estafa es para nota. En esta ocasión los autores juegan con las páginas leídas, que también computan en el ranking y reportan beneficios. Se trata de alquilar el libro tantas veces como se quiera por el número de personas de las que se dispongan y que estos supuestos lectores pasen las páginas sin leer, de diez en diez, de veinte en veinte o de la primera a la última directamente. Por lo visto, hasta ahora el algoritmo no disponía de un filtro que detectara tan despreciable práctica. Creo que Amazon lo está subsanando, entre otras cosas porque las páginas leídas ––en este caso no leídas–– tiene que pagarlas.

Hacen promociones falsas

En todos los sentidos, como vender una gran historia cuando es un folletín de cuarenta páginas que ni se entiende ni tiene interés, o decir que se tienen cuantísimos premios cuando no te conoce nadie, o anunciar sin el mayor reparo que se han vendido no sé cuántos miles de ejemplares cuando la cifra real ni se acerca, o publicar críticas magníficas escritas por el propio autor, o gritar que solo quedan dos ejemplares cuando la tirada está casi sin estrenar…

Denuncian a Amazon a los compañeros de éxito

Da igual el motivo de la denuncia: que el libro tiene erratas, que está mal maquetado, que no cumple las expectativas de la sinopsis, que tiene comentarios falsos… La cuestión es jorobar a los encargados de la plataforma que, naturalmente, como empresa, otorgará la razón al insatisfecho cliente y llegado el caso dará de baja la obra. A mí me ha pasado con una novela que estaba en el Top 100. Fue una verdadera pesadilla, a diario recibía quejas de los lectores a través de Amazon, hasta que entendieron que el producto no era digno de su escaparate.

Crean cuentas falsas para poner comentarios negativos

O utilizan las de amigos y familiares. También con estas cuentas se colocan ellos mismos todas las estrellas del firmamento.

Se organizan en grupos para aumentar exponencialmente las descargas de los supuestos lectores

Para llevar a cabo esta fullería se requiere gran habilidad y tener liderazgo. Se trata de reunir a un buen número de escritores y lectores y sincronizar sus actuaciones. Por ejemplo: el primer día leerán en Kindle Unlimited diez (que, por lo general, no leen, solo pasan páginas de veinte en veinte), otros diez descargarán el ebook y cinco más dejarán sus reseñas de cinco estrellas. Al día siguiente otra vez la misma operación, pero cambiando los miembros, y así hasta que el libro se coloca en el número uno, o al menos entre los diez más vendidos. Se ayudan entre ellos, hoy por ti mañana por mí. Es increíble cómo observan y estudian los algoritmos, saben perfectamente cómo funcionan y sus puntos vulnerables. Se me ocurre que bien podrían haber estudiado ingeniería informática en vez de dedicarse a no escribir, seguramente les iría mucho mejor todavía.

 

Todo esto ocurre y más, pero, ojo, tengo que aclarar que no deja de ser un grupo entre la honrada mayoría. Con el tiempo he conocido a muchos escritores, unos son celebridades, otros son menos conocidos y muchos están empezando; repito, la mayor parte de ellos aman su trabajo y luchan limpia y apasionadamente. No me cabe duda de que son estos los que están haciendo historia en nuestra literatura, los otros no son más que ilusionistas de pacotilla que lo único que hacen es estorbar y minar la confianza de los lectores, que tarde o temprano descubrirán sus argucias.

En fin, no sé vosotros, pero yo voy a seguir con mis letras porque nunca se me dieron bien las ciencias ni los números ni las ingenierías.

56 comentarios

  1. Hola Mercedes, estoy leyendo este artículo y tendrías que ver mi cara, entre estupefacta, horrorizada… Me quedo con tu último párrafo, que yo tampoco sé de sumas raras y prefiero dedicarme a lo mío, como tú, escribir, confiando en que el tiempo y los lectores acaban por descubrir a quienes juegan tan sucio…

  2. Yo nunca he entendido cómo se las arreglaban algunos para engañar al algoritmo de Amazon, pero leyéndote se me han aclarado las ideas. Lo malo es que me pasa como a ti, nunca se me dieron bien los números ni las ingenierías ni las estrategias maquiavélicas, así que seguiré con mis letras como hasta ahora y me conformaré con avanzar pasito a pasito. Muchas gracias por esta entrada!

  3. Cuesta hacerse un hueco, luchas por ser leída con buenas historias y mucho sacrificio y repentina… te topas con esta clase de gente que puede destruir tu esfuerzo y arruinarte las ganas de seguir trabajando. No tienen otra etiqueta que no sea la de «Ser mala gente». Y eso en su interior tiene que escocer, estoy segura. En fin, un gremio que debería de estar unido y luchando todos a una. Buen artículo Mercedes.

  4. Vaya, esto suena a mafia calabresa. Pero al final, si el libro merece la pena, ¿No se impone a tanta traba malintencionada? No entiendo lo de comprar un libro muchas veces. Cuando pinchas un libro que ya te habías descargado, Amazon te pone un mensaje avisándote ¿Es así o yo soy fiel a mi nombre? :(

  5. Pues realmente es una pena utilizar la imaginación para engañar y no para crear, claro que no sé si vendería mucho una novela basada sólo en algoritmos.
    Es el entusiasmo y sentimientos que transmiten algunos autores a los lectores lo que hace que no se tenga en cuenta el número en las listas de venta de sus obras para estar esperando una nueva publicación, además de «la publicidad de boca en boca» que se hace en tertulias presenciales o foros, así que ánimo y a seguir creando!

  6. otra estrategia que se te olvida es aquella por la que el autor regala a diestro y siniestro vales para que compres su libro…quizas sea peligrosa para el autor pues no tiene la garantía de que se lo compren. Pero es otra tactica que he visto emplear.

  7. Querida Mercedes: la primera parte del artículo es magnífica, la esencia de lo humano, para lo bueno y para lo malo. Hay mucho de lo segundo, pero gracias a Dios, aún abunda mucho lo primero, sino, no podríamos vivir. Respecto a la segunda parte, me quedo de piedra. Nunca imaginé tanta miseria en un mundo tan bonito como es el de la literatura. Me reafirmo en mi decisión de leer en papel y acudir a la librería del pueblo, ahí es más difícil hacer trampas. Además el librero es majísimo. Un fuerte abrazo.

  8. No es el primer artículo que leo al respecto y me parece que no hay derecho a que Amazon no sea capaz de detectar estas cosas. Creo que cuentan con la suficiente tecnología para cortarlo de cuajo. Es lo mismo que la gente que abre mil perfiles en Facebook para denostar una novela o un grupo creado para el disfrute literario. Yo he tenido que borrar perfiles falsos de Facebook aún a costa de perder seguidores, porque alguien que sigue un blog para luego infiltrar un virus, se tenía que cortar de cuajo. Os recomiendo revisar esos hipotéticos amigos que os siguen para que no os pase lo que a mí. Prefiero tener pocos seguidores reales que tener 10.000 falsos. Adelante Mercedes, tú te mereces tus seguidores por tu obra.

  9. Hola, suscribo todo lo que dice Mercedes. Tengo un libro (técnico, «El Libro Negro del Programador»), publicado desde el 2014 y con cierto éxito; ahora mismo tiene 99 reviews (afortunadamente positivas), pero en ellas hay un poco de todo, desde reseñas enriquecedoras hasta algunas con muy mala leche de alguno con quien tuve alguna confrontación personal… En mi opinión, no hay que obsesionarse con las reseñas, ni con su número ni su calidad. Yo las utilizo solo para comprobar si hay algo que pueda mejorar mi trabajo; al comienzo me irritaba mucho una negativa, pero con el tiempo aprendes que es parte del oficio, aceptar las críticas tanto si son malas, buenas y hasta destructivas e injustas. El algoritmo de Amazon, sea cual sea éste, no va a determinar si lo que hacemos es bueno o no (aunque sí influya en las ventas, claro). El tiempo va poniendo todo en su sitio. Como leí por ahí, escribir se asemeja más a un maratón que una carrera de cien metros. Gracias Mercedes por este nuevo artículo.

  10. Un artículo estupendo!! Hay mucho ingenio por ahí cuando se trata de engañar. Aunque, hay que decir, que algunas de estas triquiñuelas también se utilizan en las ediciones de papel. Resulta más caro tener que comprar tus propios libros pero son muchos los autores que compran toda la primera edición de sus novelas para empezar a vender al público a partir de la segunda. Y lo de vender reseñas… eso es un arte que se lleva practicando años. Con esto, lo que quiero decir, es que en todas partes cuecen habas. Personalmente, sigo mi instinto a la hora de elegir una lectura. Gracias por tu trabajo. Un saludo.

  11. Querida Mónica, lamentablemente la inmensa mayoría de obras que existen en Amazon, las mías para no poner otro ejemplo, no las encontrarás nunca en la librería de tu pueblo. Igual algún día existe una fórmula en que la obras de los autopublicados lleguen a las librerías, pero hoy es Amazon esa fórmula.

  12. Gracias Lidia. En todos los sectores hay tramposos y que prefieren esa vía a la que usamos la mayoría: política, fútbol, periodismo, entre los estudiantes… La literatura no iba a ser menos. Hay que saber convivir con ello, denunciar cuando haga falta y esperar que el tiempo ponga a cada uno en su sitio.

  13. Muy interesante. La verdad es que hay que tener tiempo y energía para esas malas prácticas. Yo creo que hay que abstraerse de todo eso. Lo de Amazon y el concurso, he escuchado cosas que no me gustan, empezando por sus bases (sin desmerecer a los ganadores que seguro que no tienen por qué ser malos). Creo que cuando uno se enfoca más en las ventas que en escribir, pienso que no me interesa estar en ese grupete. La escritura es una carrera de fondo. Amazon es bueno en muchas cosas, yo lo uso para vender y comprar pero soy consciente de que nos usa en su propio beneficio que es generar que nos canibalicemos unos a otros. Yo paso. El trabajo del escritor es como el de un monje. Requiere de estar muchas horas leyendo y escribiendo. No hay atajos. He escrito dos artículos sobre los autores y las empresas tecnológicas. ¡Un saludo! http://cangurofilosofo.blogspot.com.es/2017/11/el-autor-como-promotor-de-las-empresas.html

  14. Muchísimas gracias por el artículo Mercedes,
    Me está costando asimilar todo esto, la verdad es que soy muy ingenua. Yo veía algunas cosas raras en Amazon, pero siempre pensaba: para gustos los colores, mi criterio no tiene que ser el de todos los lectores…pero gracias a ti ahora comprendo muchas cosas, qué desfachatez.
    Muchos besos compañera

  15. No puedo hablar como escritora porque yo soy escribidora. Amazón me parece una empresa que va a lo suyo caiga quien caiga. Nunca publicaría en ella y nunca he comprado nada. Sí que he corregido libros que luego sus autores han mandado las obras allí y la empresa las han colocado en los grupos que les ha parecido deberían de ir cuando el autor ha querido colocarlos en otros.
    En fin quien manda sus obras a Amazón ya sabe a lo que se expone. Y de los concursos prefiero no opinar.

  16. La humanidad tiene ese discutible don de desvirtuar lo bueno retorciendolo y emponzoñandolo con sus malas artes en su propio beneficio. Es una lástima como deterioramos todo. Es más, estoy segura que este magnifico artículo servirá a algunos de inspiración. Más aún, me ha gustado tu reflexión inicial sobre la situación actual del mundo en la que lo importante es llegar a la cima sin ese esfuerzo que, realmente, supone la mejor recompensa. ¡Un abrazo Mercedes!

  17. Querida Elena, no creo que seas más o menos ingenua de lo que puedo serlo yo; simplemente puede ser el peso de la experiencia y las cosas vividas lo que te hace estar más alerta o abrir más los ojos. Aunque ahora estoy un poco menos por las redes sociales me han contado que ya estás a punto con tu nueva obra. Felicidades. Esperamos todos conocerla pronto.

  18. Amazon tiene, como todo, sus cosas buenas y sus cosas malas, como las redes sociales, como un cuchillo… Todo depende si quieres usar el cuchillo para cortar el pan o para otra cosas que no quiero ni mencionar. El tema es que Amazon hoy es el mayor escaparate mundial para los libros y no creo que haya muchos autores que puedan permitirse el lujo de no estar en Amazon.

  19. Muchas gracias por el artículo y por la información, Mercedes. Ya bien dice el refrán que: “no es oro todo lo que reluce.”
    Esperemos por la buena salud de la literatura indie, que Amazon pronto tome medidas y se vuelva a conseguir cierta transparencia en las listas.
    Pongo mi granito de arena y comparto en mis redes sociales.
    Feliz fin de semana.

  20. Buenos días, Mercedes. Muy buen artículo. Son escabrosas e indignantes todas las cosas que pueden lograr seres carentes de honestidad y profesionalismo. Debo confesar que como autora autopublicada, desconocía de las marañas que pueden realizarse con Amazon.
    Nosotros los autores trabajamos duro bajo un cúmulo de investigación y entrega absoluta con cada obra que publicamos, libros que tardan meses y hasta años en salir a la luz; para que otros consigan figurar en aquellas listas que no solo enaltecen nuestra labor, sino que para efectos comerciales ayudan a que seamos mejores vendidos. ¡Da escalofrío!
    Compartiré el artículo en mis redes sociales, ya que como bien enfatizaste al principio, es muy pertinente en vista de la ola de plagios que se han presentado.
    Espero que pronto se puedan detener las trampas y que la esencia literaria que por años ha existido, tome ese valor perdido gracias al descrédito de muchos.

    Saludos desde Maracaibo, Venezuela.

  21. Madre mía, muchas gracias por este artículo. Parece mentira que entre la gente que escribe porque le gusta y tiene sueños se encuentre calaña que solo busca dinero y falso prestigio. Me he quedado ojiplático con la primera práctica, pues no tenía conocimiento de que se podía comprar un ebook una y otra vez. Solo digo que no se tomen ideas y se pugne de manera honrada, que entre escritores debemos ayudarnos, no hacernos la puñeta.

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