—Hola, María.
¿Qué haces ahí sentada en la acera?
—Estoy
esperando a mi papá, vamos a ir a darle de comer a las gallinas. ¿Quieres
venir?
—No puedo, yo
también estoy esperando al mío, llega hoy de Nueva York. Dice mamá que vamos a
ir a comer con unos amigos muy interesantes.
—¡Hala!, de
Nueva York. Eso está muy lejos, me imagino que te contará historias increíbles.
Yo le vi una tarde entrar en tu casa, es muy guapo. Aunque me pareció que
estaba un poco triste y cansado.
—Claro, es
que mi padre tiene un puesto muy importante, ¿sabes? Tiene mucha
responsabilidad y muchos problemas. Siempre dice que la gente que sonríe mucho
es porque es vaga o inconsciente.
—¿Inco… qué?
—Inconsciente,
María, que no tiene ni idea de lo mal que está el mundo de las finanzas y esas
cosas. Vamos, que son tontos. Por eso mi padre es tan serio.
—¡Ah!
—Laura, entra
en casa y cámbiate, te vas a poner perdida. Al final no iremos a esa comida, tu
padre ha tenido que coger otro vuelo urgentemente.
—¿Nos vamos,
María?
—Sí, papá, que
seguro que las gallinas están hambrientas. ¡Hasta luego, Laura!
—Adiós.
—¿Sabes,
papá? Yo creo que tú eres el padre más listo del mundo.
—¡Ah, sí! ¿Y
eso por qué?
—Porque
sonríes todo el tiempo.
—Tú sí que
eres lista, pequeña.
Hasta el próximo domingo, con la 6ª entrega del concurso de María Jesús Paradela, espero.
Simplemente genial. Pero, el problema, es que pretenden que nos lo creamos. Y a este paso lo van a conseguir. Quien tuviera los años de Laura para ser tan inteligente y saber dónde está la verdad
Sí, en mi casa también dábamos de comer a las gallinas. Yo también creo que hace más feliz que ser un hombre importante y dar de comer a los buitres. María y su padre son más inteligentes. Un abrazo.
De cuanta sonrisa está necesitado este mundo, y de cuanta seriedad anda sobrado (así nos va).
Laura si que era lista, su padre también. Lo malo es que María seguirá siendo una personita con una seriedad impuesta.
Un abrazo
Un cuento con moraleja para los tiempos que corren. La verdadera sabiduria es sencilla de comprender, sin embargo nos dejamos seducir por señuelos que aparentemente nos parecen mas valiosos.
Laura, en su corta vida ha sabido escoger lo mejor.
Yo hace tiempo que cambié dinero por tiempo libre, luego las risas vienen solas, un saludo.
Hay hombres que pasan por la vida pero la vida no pasa por ellos.
Desiados hombres y mujeres ocupados se olvidan de sonreir.
Un cuento muy interesante .Un abrazo
Cómo me gusta ser una inconsciente, jajaja.
Muy buen cuento, Mercedes. Una pura delicia para los peques y los no tan peques.
Besicos.
Brillante Mercedes.
Cuando yo era niña dábamos de comer a las gallinas, regábamos la huerta y nos bañábamos en la alberca, y era cuando más nos reíamos.
Un beso.
¿En qué momento el hombre se olvida de reír?, no lo sé.Lo único que tengo claro es que no deseo extraviar la niña que llevo en mi corazón, porque el día que la pierda envejeceré y formaré parte de los amargados de este mundo.
Un beso Mercedes.
Wao, es la mejor lectura para despertar, si todos sonriéramos un poco más, qué distinto sería este mundo.
Me encantó.
Un abrazo.
Gino.
jajajaja ¡Que lista es Maria!
De seguir así, le auguro una vida muy feliz.
Besos y salud
La felicidad de lo cotidiano…
Me pido ser tonto toda la vida… Recordádmelo si algún día me vuelvo demasiado inteligente.
Un Beso Tonto, Mercedes.
¡Qué tierno y delicioso!
Ojalá sonriéramos más y corriéramos menos.
Besitos
!Que pena dejar de sonreir! yo te dejo la mia, y eso sin gallinas jajaja. Linda moreleja.
Un abrazo y muchas sonrisas.
Está claro que soy tonta de remate; y cuando deje de serlo, ¡por favor, dame un coscorrón!!
Precioso, Mercedes :)
abrazos (dos)
Soy un necio porque me parezco a ese padre preocupado por las finanzas.
Gracias Mecedes
Sí que es lista la pequeña :-)
Un relato muy tierno y con miga. Es una de esas cosas que todos sabemos y nunca nos molestamos en poner en práctica. Los niños, ellos sí que saben, sin duda ;-)
Un beso
¡Qué tierno, Mercedes y qué cierto también! Algo que es gratis y qué poco la empleamos… Ese padre perdido en su mundo de finanzas se esta negando la alegría de una sonrisa, que además una buena medicina.
Besitos
Esa alegría de la vida, del momento, de lo simple en apariencia… es de las cosas más fructíferas que nos propicia el pasar por este mundo. Sin esa risa, tan propia del ser humano, lo deshumaniza para colocarlo en la cúspide del no ser. También reí, jugué y exploré mi infancia con las gallinas. Si hay tiempo, ganas y algo de curiosidad http://yotanci.blogspot.com/2008/06/quines-son-ellas.html…
Tiena entrada que nos hace pensar en lo auténtico y verdadero. Un abrazo.
Creo que nací con el don de la «tontera» y se lo agradezco a mi abuela, esa hada maravillosa que me enseñó a sonreír.
Me encantó la historia, Mercedes, y como logras narrarla desde la visión de la inocencia.
Un abrazo.
Leo
El mensaje de este cuento es precioso. Me gusta la risa y la practico.Si tienes unos minutos entra y riete con ellos.
La risa de estos bebes se contagia.
Deseo que sigas bien.
Siempre andamos tan atareados que se nos olvida el valor de lo esencial, el de las cosas pequeñas que nos iluminan la vida. Como la del poder de la sabiduría que con el paso del tiempo aún no ha logrado arrancarnos la sonrisa. Y esperemos seguir así porque los cementerios están llenos de gente imprescindible.
Besos, Mercedes.
«Yo creo que tú eres el padre más listo del mundo.» la verdad sale siempre de la boca de los niños
Y sin embargo, no hace falta ser muy listo para ganarte, de tus hijos, una apreciación tan bonita… sólo saber poner orden en tus prioridades.
Muy bonito, Mercedes.
Un abrazo
Con gran ameneidad has comartido un sentir profundo.
Gracias por entregarnoslo
Cariños
Bonita historia, una lección para que muchos aprendamos dónde está lo importante. Nos vemos en la competición paradeliana. Saludos.
Hola, descubro ahora tu blog y creo entender y hasta compartir algunas de tus fatiguillas literarias. Mucho ánimo y mucha suerte
Opino igual que Marluz, debo ser muy tonta, porque intento reir. Qué manía tenemos en clasificar rapidamente a los demás: sonríe es boba, está seria tiene problemas, si es natural está medicada… no exagero ni saco de contexto una expresión, hay muchos/as que creen que si alguien es feliz o no está permanentemente disgustado/a le falta algo…
me encantó tu cuento, sencillo, hermoso, directo y franco.
así eres tú?? jaja
un abrazo
La verdad es que hay que reirse hasta de uno mismo. Es una terapia muy buena que todas las mañanas se mire uno en el espejo y se ria del fulano que tiene enfrente, os garantizo que te inmuniza contra todo. Un abrazo Mercedillas.
Mi amigo Antonio Jiménez dice que hay que reirse de todo, que todo tiene su lado humorístico, hasta los entierros. Me ha gustado.
Un besazo.
Una reflexión oportunísima, envuelta en un texto preciso y precioso. Me encanta esa conversación entre las dos niñas, tan diferentes y que reflejan también dos clases sociales. La mayoría estamos con y como María… Besos.
«Solemnidad embustera, valga la redundancia»
Un abrazo
Se me olvidaba, un cuento redondo. Pobre Laura.
Un cuento de aparente ingenuidad que nos deja reflexionando sobre el sentido del verbo «vivir». A veces, nos olvidamos de vivir para conseguir- tremenda paradoja- un mayor nivel de vida. Olvidamos aquello que tantas veces hemos escuchado: no es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita. Y no hay bienes materiales que puedan pagar el valor de una sonrisa… Un abrazo muy fuerte.
Yo soy vaga e insconsciente. Siempre estoy tratando de sonreir, pero últimamente ve estoy volviendo tonta.
Un cuento sencillo con bastante trasfondo social.
Un abrazo.
Excelente historia.
Gracias por siempre estar y dejar tus huellas perfumadas.
Cariños
Genial María y tu Mercedes por la forma como lo cuentas.
Un abrazo.
Soy padre. En mi casa tiene mi esposa un bicho de esos que cacarea poco, soy un gallina. Mi hijo me quiere.
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Eres amabilísima. Es cierto; buena parte de tus amig@s virtuales son viejos amigos míos, con algun@s me codeo bien cercano. Sé de ti, por supuesto. Por eso ya te tengo en mi casa a perpetuidad, así sabré mejor.
Un abrazo bien fuerte.
Saltando de blog en blog he llegado hasta aquí y me encuentro como en una familia.
Una niña inteligente y orgullosa de un padre inteligente.
La risa debiera de practicarse siempre y provocarla, menos violencia habría cuando uno se rie de uno mismo y se sonrie con los demás.
Es un placer leerla.
Reciba mis saludos.
Las cosas sencillas son más fáciles de realizar y, con frecuencia, nos dan más satisfacciones.
Un saludo
PD: Me trajo a la memoria cierto anuncio de coches
:)
gracias por tu visita y amabilidad.
un abrazo y buen fin de semana
Buen fin de semana!!!!!!
Cariños
Quise seguirte y no pude. Me llevo tu link.
Te visitaré.
Besos.
Que bonito relato y que bien lo cuentas..nos dejas unas palabras para reflexionar sobre ello.
Las sonrisas de los padre son lo mas importante que hay..debemos sonreír mas y darle importancias a las cosas que verdaderamente merecen la pena
un abrazo